A todos nos ha ocurrido alguna vez, que nos hemos crujido los nudillos, que al estirarnos por la mañana nos cruje la espalda, o que cuando nos agachamos nos suenan las rodillas.
Solo recordar que estos ruidos articulares debidos al movimiento, son normales siempre que no se acompañen de dolor, sensación de “enganche” o inflamación de la articulación.
¿Qué son los crujidos articulares?
Todas las articulaciones están envueltas en una cápsula y bañadas por un líquido que las lubrica. El líquido sinovial.
Cuando hacemos un movimiento brusco y rápido se produce en esta cápsula, un cambio de presión en la articulación, lo que hace que se liberen los gases (CO2, N2 y O2) que están disueltos en el líquido sinovial. Al aumentar el volumen de la cápsula, se crea una zona de baja presión que provoca que los gases salgan del líquido sinovial en forma de burbujas. Este fenómeno es conocido como cavitación, es por ello que hasta pasados unos minutos y se vuelva a acumular ese gas, no vuelve a “crujir” la articulación.
Mientras no se manifieste dolor, el ruido no es perjudicial en sí mismo, pero si puede deteriorarse la articulación, a largo plazo, cuando se provoca diariamente, estamos poniendo en compromiso a la articulación, ya sea comprimiéndola o traccionando de ella, afectando a todas las estructuras que la conforman, ligamentos, cartílago, tendones……
¿Cuándo es beneficioso el crujido?
Las articulaciones pierden en ocasiones la capacidad normal de movimiento y aparecen los llamados bloqueos articulares.
Estos bloqueos no son patológicos, pero al mantenerse en el tiempo, genera que las articulaciones cercanas, tengan que realizar un exceso de movilidad (hipermovilidad), para compensar la falta de movimiento (hipomovilidad), de la articulación bloqueada.
Por ello es importante movilizar la vertebra o zona hipomóvil, con ese característico chasquido, porque está sometido a bastantes presiones. Para realizar estos desbloqueos articulares, es importante ponerse en manos de un profesional que ejecute el movimiento de manera correcta, evitando así mover aún más las zonas que ya están hipermóviles.
Este chasquido bien realizado, es beneficioso porque libera la articulación bloqueada.
Carlos Alvarez Vázquez. – CENTRO DE MASAJES-LEÓN –